jueves, 22 de noviembre de 2012

Una dura y triste verdad....

"No estaba seguro de si debía cortar con mi pareja o no. Por momentos me parecía que la relación era insostenible, por momentos me hacía la ilusión de que todo podía cambiar. Ahora advierto que esperé demasiado tiempo. Reconozco dos cosas: que no me animaba a romper pero, principalmente, que me faltaba seguridad. Viví muchos años con ella, haciéndome la misma pregunta: ¿se justifica que la deje; es tiempo de que ya lo haga? ¿No será mejor esperar? Ahora que mi situación cambió para bien gracias a que me decidí a abandonarla, vuelvo sobre el pasado y a veces me reprocho por haber esperado tanto. Finalmente acepto aquellos titubeos: eran el resultado de mis ingenuas esperanzas y de mi debilidad psicológica, y porque todavía no había logrado afirmar la fortaleza que tengo hoy."

Guía para orientarnos mejor
La relación de pareja exige un trabajo permanente para cuidarla y protegerla; aun cuando haya verdadero amor entre dos personas. Eso que se dice muchas veces acerca de que se necesita comprensión y tolerancia, es una gran verdad. Comprensión y tolerancia para entenderse y sostenerse mutuamente, para poder ayudarse. Cosa muy distinta es tratar de hacer perdurable una relación dañina y sin futuro.
Ahora bien: cuando alguien está por tomar una decisión determinada, y cree que esa será la mejor y más beneficiosa, es porque ha llegado a ciertas conclusiones que así se lo certifican. Las decisiones en el campo del amor, al estar teñida por afectos tan fuertes y pasiones tan profundas, no siempre pueden ser analizadas con frialdad y certeza. Por eso me parece útil exponer algunos ejemplos que permiten advertir cuál puede ser nuestra situación y qué conviene tener presente cuando alguien considera que debe terminar con su pareja:
  • Advertir oportunamente que la relación empeora o se estanca para mal:cuanto más se insista en mantenerla y más tiempo se la intente hacer perdurar, más se afirmarán sus defectos, peores serán las consecuencias y más fuertes se volverán las ataduras.
  • Saber cortar en el momento justo significa algo importantísimo: que realmente hemos recuperado o fortalecido la autoestima.
  • Estar convencido de lo siguiente: que pese a la tristeza y nostalgia que temporariamente sintamos por lo que dejamos atrás, estamos haciendo lo mejor, no sólo para uno sino para la persona con quien cortamos.
  • Tener la certeza de que cortamos para no repetir: ello implica reconocer que estuvimos viviendo equivocados, que la vida nos ha enseñado cosas y que la deuda que tenemos es principalmente con nosotros mismos, como es la de superar limitaciones, defectos y errores.
  • No cerrarse a los clamores de la voz interior: con mayor o menor claridad, los integrantes de una pareja saben, aunque no lo confiesen a los demás, si esa relación es buena, mala o regular. El temor que nos puede producir la sola idea de separarnos, ya sea porque nos asusta el quedarnos solos o porque suponemos que podríamos producir un daño irreparable a nosotros mismos o a nuestra pareja, hace que muchas veces no queramos aceptar lo evidente. Ya no se trata entonces de confesárselo o no a los demás; es a nosotros mismos a quienes pretendemos ocultar los hechos. Y así, la desdicha y nuestra desazón aumentarán y el encierro será cada vez mayor.
  • No estirar las cosas; decir adiós a tiempo: si pudiéramos evitar que nuestra pésima relación de pareja se incremente hasta volverse irreversible y desgraciada, ¡cuánto haríamos a favor de nuestra salud! ¡cuántos dramas evitaríamos para nosotros y para los demás!
  • Reflexionar sobre las causas que pudieron hacer fracasar la relación: a veces nos enamoramos y no sabemos por qué. Alguien nos hace "perder la cabeza" y, enceguecidos, nos entregamos de cuerpo y alma a esa persona. Son muchos los factores que intervienen en un enamoramiento, pero habrá que preguntarse si lo nuestro fue enamorarnos de un ser humano o de un "prototipo". El tono de voz, un color de ojos, la manera de caminar o de sonreír, ciertas posturas estereotipadas, un simple corte de cabello, pueden ser los desencadenantes que estimulan esa clase de enamoramiento explosivo. Se debe a que hay características que asociamos con las de alguien que en el ayer fue muy importante para nosotros y por quien llegamos a sentir fuerte atracción, aun sin darnos cuenta del todo y sin que hoy siquiera lo tengamos presente. Esos "prototipos" se alojan en nuestra mente y quedan fijados. No siempre tomamos conciencia de esa permanencia. Pero al enamorarnos de una imagen, de un pasado, por decirlo así, estamos hipotecando nuestro corazón al servicio de una fantasía.
Y las fantasías, cuando las tomamos por realidad, no conducen a un buen final.

Decir Adíos!


Una de las situaciones que más han dado tela de dónde cortar a novelistas, poetas y guionistas: la separación de dos personas que se aman profundamente pero que las condiciones de sus vidas y decisiones obligan a separarse. Desde brujas y seres envidiosos, guerras, mentiras crueles, hasta viajes en el tiempo (como sucediera a Christopher Reeve en ‘Pide al tiempo que vuelva’). Por lo general representa un guacatazo ‘marca llorarás’. Porque la separación no es concebida por falta de amor, por fracturas emocionales o incapacidad para convivir.
Por lo general queda una herida abierta por muchos años. Quizás casi todos los seres humanos necesitemos de una razón rencorosa, casi un cataclismo para dejar ir a una persona por la que alguna vez fuimos capaces de ‘dar un riñón’. Pero en estos casos no es así y uno se despide en el aeropuerto, estación del tren o en plena calle llorando y sollozando con la cochina duda de si se volverán a ver, si debes esperar a tu amor como Florentino de ‘El amor en los tiempos del cólera’, o si debes comenzar a pensar en sanarte y buscar un nuevo amor. Aún así, precisamente por esa separación sin causa amorosa, quizás pases toda tu vida recordando a esa persona con una nostalgia especial. Y nunca falta los que realmente se obsesionan al grado de canonizar emocionalmente a ese amor perdido. Los terapeutas aconsejarán ‘dejar ir esa emoción’, analizar qué generaba en nosotros esa persona que ahora vemos perdido y que no es la persona como tal sino una parte de nosotros que está agonizando, los freudianos también apelarán a que encontremos la relación de nuestros progenitores con ese dolor. El caso es que duele hasta el tuétano. ¿Y cuando se está en dicha situación? Cuando la distancia es la causa del término y tenemos que aceptar que la larga distancia no nos funcionó (hay quienes se adaptan a ella) y no queda más que asumir el fregadazo.
Un sexonauta está pasando por eso. Y vía mail me pide consejo ¿Debe esperar a la chava? ¿Debe creer que ella cumplirá su promesa de regresar (con el sentimiento intacto, cosa que nadie puede controlar porque el tiempo suele tener un impacto sobre lo que sentimos)? ¿O debe dejar su vida completa y en perfecto romanticismo ir tras ella para evitar la distancia geográfica? Realmente no hay consejos exactos para estos casos, sólo dejar ir a la persona y confiar, tener fe. Saber que debemos ponernos un plazo sano para esperar y si con la cabeza fría que nos dará un  buen tiemo separados, analizamos que no hay realmente mucho qué esperar, instarnos a despedirnos emocionalmente de la situación. Uno puede culpar a la mala suerte, maldecir, despotricar pero cuando el final es inminente, no queda más que aceptarlo. Bien dicen que no nos enamoramos de nadie sino de nosotros mismos cuando estamos con esa persona, nosotros creamos el espejismo o la realidad gozosa. Y sabemos, que al evolucionar poeamos enamorarnos de nuevo de nosotros inertados en la vida de alguien nuevo, o dejándolo insertarse en la nuestra (sin albur jaja). Pero siempre será necesario permitirnos doler (de duelo), cicatrizar, sanar y darnos el permiso del desapego para dejar ir. Antes.
¿Les ha pasado? ¿Cuál fue su experiencia?

martes, 5 de junio de 2012

las 10 claves seguras de la infidelidad


*primera clave: tu pareja comienza a preocuparse por su aspecto en forma excesiva, va más seguido a cortarse el pelo, se  , quiere verse a la .
es posible que apele a tu buen gusto para que le hagas de shopper y le elijas las prendas que mejor le queden.
puede querer comprar prendas  cuando anteriormente siempre se fijaba en economizar.
si tiene unos quilos de más se pone a dieta, se anota en un gimnasio, sale a correr o comienza algún deporte.
se mira al espejo en forma constante cuando antes lo hacía sólo cuando se afeitaba o se cepillaba los dientes.
*segunda clave: puede comenzar a nombrar mucho a una compañera de trabajo, una amiga, alguien con quien se encontró después de un tiempo, la esposa de un amigo, la hermana de alguien, no importa quien, pero presta atención porque va a nombrar a otra mujer en forma repetida, esa es la otra, no lo dudes.
este comportamiento puede significar varias cosas, que está interesado pero aún no ha llegado a la infidelidad, que se está cubriendo por las dudas que alguien te comente que los vieron juntos o tú misma los veas o para que no sospeches si lo llama a la casa o lo sorprendes hablándole.
existen otras razones más retorcidas pero dan para un artículo aparte.
*tercera clave: el teléfono es la primer herramienta utilizada en una infidelidad o al menos la que más pruebas ofrece.
si recibe más llamadas o mensajes de texto que lo acostumbrado y se aleja para contestar, habla en forma forzada, entrecortada o rara, miente sobre quien lo llamó o el asunto de la llamada o mensaje.
borra los mensajes o las llamadas en forma inmediata cuando antes no solía hacerlo.
*cuarta clave: llega a casa oliendo a perfume en la piel y en la ropa, si le preguntas sobre el perfume te dirá que una promotora de perfumes lo roció al pasar por una perfumería, que se encontró con una señora muy perfumada a la cual saludó con un beso, que sus compañeras de trabajo lo perfumaron por hacerle una broma, etc, etc, por lo tanto no preguntes nada, no lo pongas en alerta, seguirá llegando perfumado de todas formas.
*quinta clave : trae la ropa, generalmente la camisa manchada de maquillaje, las manchas rojas o rosadas son de lápiz labial aunque no esté marcada la forma de los labios, las manchas negras corresponden a máscara de pestañas o delineador, las manchas de base de maquillaje pueden ser amarronadas o beige y los otros colores pueden corresponder a sombras de párpado.
*sexta clave: disminuye la frecuencia en las relaciones sexuales, no tiene que ser abruptamente pero se van espaciando, especialmente los primeros meses cuando está en la etapa del enamoramiento, luego pueden retomarse en forma normal o no, depende del caso.
*septima clave : inventa salidas pero miente sobre los lugares donde dice estar, también puede poner como excusa horas extras en el trabajo para llegar más tarde, visitas a amigos enfermos que nunca oiste nombrar.
puede incluso salir rezongando como que se ve obligado a ir a un lugar que no desea, pero lo importante es que las salidas son más frecuentes.
si no sale de noche tampoco te llames a engaño, está comprobado que la mayoría de los encuentros sexuales en la infidelidad ocurren a la hora del almuerzo o en horas de la tarde.
*octava clave: esta te va a sorprender, pero aunque no lo creas se da en más del 90% de los casos y son las atenciones inesperadas o regalos sin motivo, de pronto te aparece con flores o algún objeto, te lo entrega sonriente y con cara de enamorado.
si el regalo es más costoso de lo que acostumbra regalarte para cumpleaños o aniversarios es porque para lavar la culpa necesitaría entregarte el tesoro nacional.
*novena clave:puede comenzar a emplear un lenguaje diferente, no es que hable en otro idioma sino que adopta dichos, expresiones o frases que dice la otra persona.
también puede interesarse por temas que antes le eran indiferente, escuchar otro tipo de música a la que jamás antes había prestado atención.
*décima clave: comienzas a recibir llamadas misteriosas, en la mayoría de los casos nadie habla, hacen sonar el teléfono y cortan antes de que puedas atender o esperan que atiendas y no hablan.
en otros casos pueden hablar preguntando por tu pareja y en los menos pueden llamar para decirte que él te esta engañando pero nunca dicen quien habla y cortan rápido.
la mayoría de las llamadas se realizan desde teléfonos público pero en algunos casos quien llama quiere que sepas su número.
la otra siempre te va a llamar, de algún modo quiere que te enteres, si no es ella hace llamar a alguna amiga, pero eso no será al comienzo de la relación sino cuando ya esté absolutamente concretada.

Si tu pareja te ha sido infiel pero, a pesar del engaño, consideras que su relación vale la pena


Siempre se ha dicho que la confianza es difícil de obtener, fácil de perder y casi imposible de recuperar. La duda se apodera de la relación e impide disfrutar como al principio.
 
La infidelidad es la causa más común de las parejas en crisis y de las posteriores rupturas, y mucho más habitual de lo que nos gustaría. Existe desde que el hombre es hombre. Tanto que algunos se agarran, como a un clavo ardiendo, a la teoría que inculpa a la genética de esta actitud, sin tener en cuenta la capacidad del cerebro de controlar los impulsos animales, es decir nuestra esencia humana que nos hace diferentes al resto de especies.
 
La mayoría, ante esta situación, decidimos tirar la toalla, sin pensar en nada, dejándonos llevar por nuestro dolor.
 
Pero analicemos más allá. ¿Para qué sirve el engaño? Para dos cosas: una, darte cuenta que la persona a la que amas y admiras es un ‘picaflor’, por lo cual incluso agradeces el haberte enterado de su traición; y dos, que algo falla en la relación y que hay que cambiar.
 
Muchas mujeres valientes han sabido ver luz tras al final del túnel y han logrado superar con éxito esta difícil prueba de amor. Un arrepentimiento sincero de él, la capacidad de perdonar de ella y una relación basada en la comunicación, les han salvado de un naufragio seguro, con o sin ayuda, reforzando, más si cabe, lo que un día construyeron.
 
Si consideras que merece la pena luchar por tu relación, sin morir en el intento, lo primero que has de conseguir para que vuelva la armonía a tu hogar, es recuperar la confianza. Algo difícil, pero no imposible. Lo que necesitas es una buena dosis de paciencia y mucha comunicación. El camino es largo, pero la recompensa, en ocasiones, merece la pena.
 
Canita al aire o infiel compulsivo
Cuando estamos inmersos en una relación, tácitamente, si no se especifica lo contrario, exigimos, además de respeto, fidelidad. Éste se convierte en pilar fundamental para la estabilidad de la pareja. Estamos enamorados y el sentimiento de posesión se hace patente. Pero, ¿por qué romper tanta armonía?
 
Los motivos que nos llevan a la infidelidad son todos los que queramos buscar: porque la monotonía se ha instalado en la relación perdiéndose la pasión en el matrimonio, porque el amor se agotó, por desatención, porque sentirse alagado rejuvenece, porque se esté pasando por una etapa de crisis en la cual se cae en la trampa del deseo fuera del hogar o simplemente porque se un infiel compulsivo. En fin, excusas para justificar esto de echar una ‘canita al aire’.
 
Evidentemente que hay infidelidades de las que una pareja no se puede recuperar, como que el cónyuge se líe con tu cuñada, que sea un ‘picha brava’, que sea una aventura larga y premeditada… Pero hay otras que han tenido lugar en un momento de confusión de la relación o en una noche loca, en las que, al menos, se puede volver a intentar, si es que hay un verdadero sentimiento de arrepentimiento y amor, nada de ocultamientos ni justificaciones. Porque no es lo mismo descubrir una aventura a que te la cuenten.
 
¿Y qué pasa cuando la infidelidad es virtual?
En el pasado solo se consideraba infidelidad cuando había contacto físico y sexual extra-marital. Pero ahora las infidelidades más comunes son las virtuales. Facebook, Twitter y otras redes sociales, chat y foros se han convertido en el caldo de cultivo para este nuevo tipo de ‘ciber-cuernos’, causantes de numerosas rupturas matrimoniales.
 
Cuando se pasa por este trance, seguir con la relación como antes es imposible y nada sano. Pero con confianza, madurez, intimidad y compenetración entre los dos implicados se puede construir una nueva relación más reforzada, si cabe, que la anterior.
 
La infidelidad se puede superar. Más del noventa por ciento de las parejas que han pasado por esta situación lo han conseguido, incluso han salido fortalecidas de esta crisis. Pero para que esto ocurra es indispensable que se cumplan tres requisitos:
• Que no haya mala intención, burla y desprecio.
• Que la pareja o matrimonio haya mantenido un vínculo estable y profundo, basada en el compromiso.
• No dejarse influenciar por la opinión de terceros, por lo general de amigas separadas que fueron víctimas de la infidelidad y no tuvieron la capacidad de superarla.
• Si eres capaz de mantener la cabeza bien fría, y no dejarte llevar por impulsos o suposiciones, lo conseguirás.
 
Regla de Oro
Piensa si quieres seguir con él, no si debes: Tu decisión no debe estar basada en el miedo a quedarte sola, en tus hijos o en la necesidad emocional y económica. Tienes que saber si eres capaz de confiar en él o no. Si lo quieres y se merece una segunda (y última) oportunidad. Y, lo más importante, si él está poniendo de su parte para luchar por algo que realmente merece la pena. Para ello, has de dar un paso hacia atrás y analizar fríamente la situación. Si tienes alguna duda, abandonar es lo mejor.

Pasos a seguir para curar un poco la infidelidad


La infidelidad es como el blanco y negro… Nunca pasa de moda! Aquí no hablaré acerca de qué conllevó a la infidelidad, sino, cómo volver a confiar en tu pareja. Una vez que se ha sido engañado, las personas empiezan a sentir un conjunto de sensaciones inexplicables que los lleva a vivir un eterno guayabo. POR FAVOR! Ya está bueno de “no” saber qué es lo que pasa. Los problemas se atacan desde la raíz, no desde el fondo de una botella. Si tuviste los pantalones para comenzar una relación – hoy en día, vaya que hay que tenerlos -, ten los pantalones para afrontar y saber manejar la infidelidad.
Antes que nada deja de hacerte el/la mártir. Los cachos no duelen, lo que duele es la burla. Lo tuyo no es dolor, es pura sensación de fracaso, frustración, rabia y vulnerabilidad que te hace pensar que el mundo se acabará. Una vez rota la confianza, es un proceso bastante duro para construirla, pues el piso firme donde yacía, ahora es un pantanal de lodo. Volver a confiar es una decisión que necesita determinación.
1.- PERDONA Y OLVIDA: Es decir, borrón y cuenta nueva. Si decidiste perdonar debes hacerlo de corazón. Que frases como “Perdono pero no olvido” o viceversa aquí no funcionan. Perdona y olvida. El perdón es el regalo más grande que se le dio al ser humano. Todos tenemos derecho a equivocarnos y recuerda que no estás exento de caer en la tentación.
2.- AMOR PROPIO: No dejes que la inseguridad inunde tu cabeza. Si te fueron infiel no fue porque “no eres suficiente” para la otra persona. Simplemente pasó y punto. Si esa persona está contigo es porque le gustas como estás y en caso de que hayas ganados unos kilitos extras durante la relación, utiliza su ausencia para hacer actividades que mejoren tu autoestima. Hacer ejercicios libera endorfinas y ellas hacen a la gente feliz. Recuerda, NO eres menos que al principio de la relación. Ya te quitaron la dignidad, no dejes que te bajen el autoestima.
3.- NO BUSQUES CULPABLES: Es la tercera vez que lo diré: Simplemente pasó y punto. No busques un tercero y mucho menos, NO perdones para luego vengarte. Recuerda el paso número uno.
4.- AÍSLENSE: Si, aíslense un buen tiempo. Es necesario construir EN PRIVADO las bases quebradas, pero que sea EN PRIVADO – no se ve bien que hablen de sus problemas en una reunión -. Un tiempo a solas con tu pareja puede ayudarte a despejar la mente. NOTA: Tus amigos siempre te dirán que es su culpa, así pues, no son los mejores consejeros. Una relación es de dos no de tres ni grupal, a menos que sean una pareja swinger; manténgalos fuera de éste meollo.
5.- JUEGA A LA MAESTRA DE QUINTO GRADO: Re-educa a tu pareja. Es imprescindible hablar con tu pareja sobre lo que esperan cada uno por su lado. En vez de reprochar y sacar en cara lo que hizo – con lo que cometes un error garrafal -, utiliza esas energías para indicarle lo que esperas de esta nueva etapa. Asegúrate que lo aprenda como la lección de matemáticas de quinto grado.
6.- GLENN CLOSE SAL DE ESE CUERPO: Si, Gleen Close, la protagonista de“Atracción Fatal”. Con esto quiero decir que dejes la OBSESIÓN. Recuerda nuevamente la regla número uno. No permitas que los fantasmas de su infidelidad opaquen tu juicio. Su teléfono, e-mail y agenda son de su propiedad. No te obsesiones buscando si te será infiel nuevamente.
7.- HABLA COMO SI TE FUESEN A QUITAR LA LENGUA: No seas degenerado y empieza a usar tu lengua para otras cosas además de lamer. Habla con tu pareja y construyan juntos bases sólidas con la comunicación. Recuerda que “El que no llora, no mama”.
8.- DALE TIEMPO AL TIEMPO: Nadie dijo que sería fácil perdonar una infidelidad. Después de sufrir una engaño, tardará mucho tiempo en subsanar las cosas y a fin de cuentas, una herida no se cierra de la noche a la mañana. No te desesperes si observas que no logras confiar de buenas a primeras. Se necesitan más horas para volver a confiar, que las que necesitó Naomi Campbell en horas comunitarias para pagar su rabieta con su asistente. No diré que será un camino fácil, pero estoy seguro que con amor, decisión, perseverancia y constancia es posible que resulte hasta mucho mejor que al principio.

lunes, 21 de mayo de 2012